Ana María Cruzat

A través del programa y apoyo de la Claudia, pude ir dando pasos hacia adelante y vivir las diferentes etapas que conlleva la separación, en forma acompañada. Su mirada positiva, empática y clara, nos ayudó a mí y a mis hijos, a mirar nuestra nueva vida como una realidad de muchas familias, donde se puede ser feliz y permanecer unidos, enfocándonos en superar día a día las dificultades del quiebre, para volver a empezar.
Me decidí a tomar el programa de la Claudia porque me dio confianza, por su empatía, tranquilidad y claridad, explicándome que la separación es un proceso, que si bien es muy diferente en cada caso, tiene aspectos comunes, los que me permitieron ir tomando decisiones que me ayudaron a ser y hacer familia en esta nueva realidad y a tolerar el impacto y las repercusiones que produce el quiebre, con fe y sabiduría.
El cambio más importante que he experimentado es el haber podido seguir adelante, el poder ir viviendo el día a día y entendiendo que hay solución; que es necesario reconocer y aceptar nuestras emociones con paciencia, ayudándonos a salir de nosotros mismos por nuestros hijos y por nuestro propio bienestar.
También aprendí que es necesario ir haciendo pequeños cambios a diario, entendiendo que este es un proceso que empieza con proponerme firmemente en salir de la tristeza con la ayuda de diferentes herramientas, como por ejemplo: reconocer cuando debes hacer actividades que influyen positivamente en tu estado de ánimo; atender tus necesidades y las de tus hijos; reconocer junto a los hijos que las penas y miedos se hacen más llevaderas y se valoran en su justa medida cuando se reconocen como parte de un proceso donde es necesario acompañar y acompañarse. Descubrir que situaciones nos estaban dañando como personas y familia fue muy importante para mirar qué estaba en nuestra capacidad de resolver y qué no, reconociendo cuáles son las nuevas responsabilidades y los grandes desafíos. Todo esto ha sido posible gracias al trabajo terapéutico de la Claudia, lo que ha significado un acompañamiento empático y una guía clara y positiva.
Hoy veo mi vida, Dios mediante, enfocada en mis hijos, mi trabajo, confiada en ir encontrado mi camino.
Me gustaría compartir con otras mujeres que están viviendo lo mismo que yo, que para mí ha sido fundamental contar con la Claudia; como profesional y como persona; y contar con su programa para mujeres separadas que quieren reinventarse y salir adelante con sus hijos. Su experiencia profesional y su capacidad para acoger, escuchar y aconsejar, ha sido una gran ayuda para mí, para salir adelante y vivir esta etapa con fe, esperanza y alegría.
¡Me siento muy agradecida!
Ana María