¿Te sientes extraña en tu propia piel?

¿Te sientes extraña en tu propia piel?

¿Y cómo no sentirte así luego de vivir la difícil experiencia de separarte después de largos años de matrimonio?

Lo que nos pasa es que crecimos pensando que el matrimonio era para toda la vida y es difícil aprender a vivir fuera de él, …la sensación es que no encajamos. Con el quiebre de la relación, toda la estructura de vida que nos sostenía se rompe, incluyendo muchas veces el distanciamiento de familiares y buenas amistades, dejándonos solas y a la deriva por a la vida. Es que todo nuestro mundo conocido deja de ser nuestro referente y por eso vivimos como Extrañas en Nuestra Propia Piel, sintiéndonos vulnerables, confundidas y abrumadas.

Y…¿Por qué tenemos que seguir adelante?

Porque la vida continúa, …porque este es sólo un momento de tu historia en tu larga vida, y aún te queda mucho por escribir. Y aunque hoy te sea difícil verlo, te aseguro que con el correr del tiempo te sorprenderás de ti misma, como yo también lo hice tiempo atrás. Tienes que seguir adelante, porque si no haces nada, vivirás con amargura y depresión, …una mala elección, que también impactará a tus hijos. Por eso, pon el foco en tus hijos, ellos serán el motivo por el cual te levantes cada día y eso te hará sentir mejor.

¿Qué tenemos que hacer para salir adelante?

Comprender que lo que estás viviendo, tu Separación, es uno de los eventos más estresantes de la vida, de fuerte impacto y consecuencias, alcanzando a muchos en su paso. Significa una pérdida irrecuperable, es un duelo y como tal, es un proceso que hay que vivir, que requiere de tiempo, paciencia y comprensión, para aceptar la realidad y poder adaptarnos a la nueva situación de vida. El duelo es como esa herida que hay que cuidar y proteger para que cicatrice, evitando dañarla mientras sana, para que la costra caiga sola y quede solo una huella a modo de aprendizaje. Si te preguntas ¿y cuánto durará esto? Será el tiempo necesario para que sane “tu herida”, tiempo que dependerá de cómo te la hiciste, de que tan profunda y cuán extensa es, de cuánto afecta tu capacidad para funcionar y de los recursos que tengas para cuidarla, protegerla y sanarla.

Te quiero compartir algunos pasos que me ayudaron a mí y a muchas otras mujeres separadas con las que he trabajado, para volver a sentirnos cómodas en nuestra propia piel:

  1. Desarrolla una mirada comprensiva del pasado, poniendo luz a tu historia para ver con más claridad y lograr ser más objetiva.
  2. Reflexiona sobre lo que has ganado con tu separación ¿en qué te va mejor estando separada?, ¿qué cosas nuevas estás haciendo? Se bien que no es nada fácil ver lo positivo cuando uno está sola y se siente devastada, cuando tiene problemas y el peso de la responsabilidad de los hijos. Sin embargo, al dejar el rol de esposa, ganas mucho tiempo a favor y puedes concentrarte en tus hijos y en tus necesidades e intereses. Es importante que sepas que una mirada positiva contribuye a generar estados de ánimo más placenteros, promoviendo la alegría y el optimismo, y esto no implica negar lo ocurrido ni todo tu sufrimiento. Te aseguro que te sorprenderás encontrando cosas que han cambiado en tu vida, y curiosamente, para mejor.
  3. Retoma el control de tu vida. Descubre lo que te hace sentir bien contigo misma y feliz, y aquello que te deprime y hace sentir mal, para hacer más de lo que te alegra y menos de lo que te deprime. Regálate tiempo para rezar, reflexionar y desahogarte con una amiga. Confía en que todo esto pasará, en que además de tener momentos difíciles, tendrás momentos memorables. Contáctate con tus sentidos: observa, huele, saborea, escucha música que te agrade, acaricia y abrázate, para conectarte contigo misma como parte de un mundo que hoy miras con otros ojos. Organiza tus tiempos y actividades donde quepan tus hijos, tus familiares, amigas, trabajo y tiempo para ti misma, así estarás nutriendo tus vínculos y podrás contar con todos ellos.

Entonces, te invito a ponerte en marcha, a avanzar paso a paso, dándole a cada día su afán, sin correr, dejándote sorprender por lo mejor y permitiendo que el tiempo haga lo suyo. Y recuerda que…

¡Nunca es tarde para recomenzar, para darte una nueva oportunidad!

 

  Programa “Tu Vida un Gran Proyecto”

 

 

 

 

 

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