¿Ocuparme de mis hijos?
…pero ¿cómo?
¡si apenas puedo conmigo misma!
Luego de entrevistar y trabajar con muchas mujeres separadas, les puedo contar que, con independencia de cómo se produjo la separación, todas compartimos la misma experiencia de haber vivido una sensación de agobio, de angustia y soledad. Es que, en los primeros meses de la separación se siente una impotencia tan grande frente a la vida, tenemos tantas preocupaciones, que creemos que no seremos capaces de hacernos cargo. Además, muchas veces se suma la dificultad para lograr acuerdos con relación a los hijos, haciendo más difícil tomar en cuenta sus necesidades e intereses. Y entonces uno piensa ¿Ocuparme de mis hijos?…pero ¿cómo? ¡si apenas puedo conmigo misma!
El día a día se hace difícil con el peso del dolor y la inseguridad del temor y con facilidad nos quedamos atrapadas en el pasado, soñando con lo que pudo ser… Entonces, nuestra vida parece quedar en pausa…
Pero… ¡Te tengo una buena noticia!
Tus hijos son los que te ayudarán a seguir adelante, serán quienes te sacarán de ese letargo y te pondrán en frecuencia “continuar”, porque sea cual sea la edad que tengan, te necesitan. Y lo primero que vuelve a tener sentido en tu vida, son justamente, esos hijos que trajiste al mundo y la familia que formaste, a los que querrás proteger y cuidar … y créeme, aunque estés agobiada, cansada y triste, eso te hará sentir mejor.
Tómate un tiempo para estar triste, para llorar, sacar la rabia, la desilusión, para desahogarte con una amiga, pero luego, pon el foco en el bienestar de tus hijos, porque ellos te necesitan.
Diferentes estudios demuestran el impacto de la separación de los padres en el desarrollo de los hijos, evidenciando diversas manifestaciones, como dificultades de concentración, de rendimiento, mayor riesgo de problemas conductuales: enuresis en niños, conductas antisociales, agresividad, irritabilidad, aislamiento social, etc.
Por eso, pon el foco en el bienestar de tus hijos.
La psicóloga y terapeuta familiar Emilia Dowling, define algunos factores protectores que contribuyen a una mejor adaptación de los hijos frente a la separación de sus padres:
- Tener un relato coherente sobre la separación, donde ambos padres estén de acuerdo. Los hijos necesitan explicaciones. Esto les ayuda a superar ideas creadas sobre responsabilidades de la separación, así como también, aclara sus expectativas sobre la posibilidad de que vuelvan a estar juntos.
- Mantener buenas relaciones con ambos padres disminuye los efectos negativos de la separación.
- Conflicto parental contenido. Evitar hablar mal el uno del otro frente a los hijos.
- Saber del padre que ya no vive con ellos, incluso cuando no haya contacto. Si es así, ayudarles a comprender la falta del padre, para elaborar posibles ideas de abandono.
- Que los padres escuchen las preocupaciones de sus hijos, que acepten sus sentimientos y los ayuden a manifestarlos. Darles la posibilidad de hablar abiertamente de lo que están viviendo, de lo que sienten, de sus miedos, del hecho de tener dos casas y de sus relaciones con terceros (nuevas relaciones de los padres, hermanastros). Esto les permitirá desarrollar estrategias para afrontar la situación y contribuirá a su resiliencia.
- Tiempo para adaptarse a la separación de sus padres, y más tiempo aún, para adaptarse al establecimiento de nuevas relaciones de pareja de sus padres; entendiendo que las pérdidas por la separación no son reemplazables, sus padres seguirán siendo siempre sus padres.
- Establecer acuerdos fiables y previsibles en cuanto a la relación con el padre que no viven con ellos.
- El bienestar psicológico de los padres, el estrés y su propia capacidad de adaptación frente a la situación, influirá en la capacidad y calidad de ejercer sus roles de padre y madre, afectando significativamente la adaptación de los hijos en forma positiva o negativa.
La separación debe ser comprendida como un duelo, como ese quiebre familiar que es radical, que implica múltiples y significativos cambios, desde los más prácticos hasta los más profundos, como los cambios en la estructura e identidad familiar. La separación implica sufrimiento, deja su huella y necesita de tiempo y más tiempo para que cada miembro de la familia haga su propio proceso y vuelva a adaptarse a la nueva realidad.
Para finalizar, les dejo algunas estrategias prácticas que las ayudarán con sus hijos:
- Diles a tus hijos una y otra vez cuánto los amas, ellos necesitan oírlo.
- Evita hacer más cambios de los necesarios, ellos necesitan estabilidad, necesitan más de lo conocido.
- Evita generarles más estrés del que ya tienen, se lo más predecible posible.
- Establece rutinas y mantenlas.
- Ayúdalos a conectarse con sus emociones, pregúntales qué sienten, qué piensan y permíteles que expresen sus miedos, penas y rabias.
- Fomenta el diálogo, la comunicación desarrolla la confianza y la confianza la unión.
- Escúchalos abiertamente, recuerda que ellos ven las cosas desde otro lugar. Evita reaccionar si te sientes atacada y no hagas juicio de lo que te digan. Intenta entenderlos.
- Contenlos, abrazarlos y elógialos cada vez que puedas.
- Crea momentos ricos de convivencia familiar, favorecerá el bienestar de todos.
- Recuerda con tus hijos los buenos momentos familiares que han vivido y da gracias por ellos.
- No los apures, volver a la normalidad les tomará tiempo.
- Hazles saber que estarán bien, dales confianza y esperanza en el futuro, los ayudará a desarrollar el optimismo.
“Planificad, fijaos metas y soñad juntos el futuro. Hablar de lo que os gustaría hacer, adónde os gustaría ir o cómo querríais que fuera vuestra familia, refuerza vuestro sentido de identidad, solidaridad y vuestra finalidad”.
(K. Dotterweich)
Programa “Tu Vida un Gran Proyecto”